X-Wing: Amanecer Rebelde

Os traigo un artículo que llevo tiempo con él, pero por motivos personales, y por no encontrar ese momento adecuado en el que sientas que las palabras fluyan, al final se ha retrasado mucho más de lo que me hubiera gustado. El texto se enmarca tras el nacional de 2014 en España, una lista de cuatro rebeldes se alza con la victoria y al otro lado del charco, es Han Solo quien se alza campeón del mundo.
Espero que todos estéis situados en el marco de cuando pretendía sacar el artículo y que el largo periodo de tiempo pasado no desmerezca el contenido.

Si quieres saber más, da el salto...

Toca el turno que los rebeldes estaban esperando, bajo el yugo del Imperio reflota la esperanza de un nuevo Orden. Es imperativo ser contundentes, pero toda precaución es poca cuando se habla de la maquinaria bélica del Imperio.

Ya lo avisé, hemos hecho que el halcón vuelva a nuestras mesas, hemos subestimado a Han Solo. Creíamos que una versión veterana de él sería la que nos mostraría su modo más potente, pues no. Ha vuelto con ansias, desde el punto más alto de la pirámide alimenticia del X-Wing, un auténtico depredador de las mesas. Con los motores puestos a punto como nunca antes y con sus compañeros droides de fatiga como siempre fieles a la causa, no hay rival en el mundo que le haga sombra.

La maquinaria bélica imperial ha quedado en entredicho, el tan magnificado TIE Phantom está cumpliendo, infunde miedo, Susurro, Eco... nombres propios que asustan, atemorizan a cualquiera, pocas son opciones que den garantía de éxito frente a semejante nave, el bando rebelde aun no ha comprendido a qué se enfrenta. Una perfecta maquinaria bélica. Su perfecto diseño sólo es superado por su hostilidad ;)

Pero por sí sola no puede ganar la guerra, batallas sí, pero para un objetivo global más ambicioso debería contar con apoyos, con almas gemelas, con compañeros en quien confiar, en saber que cuando el "susurro" no llegue a buenos oídos, tendremos otra posibilidad en el mismo lapso de tiempo que hará que no fallemos, en definitiva, el Imperio no goza de un buen cuarteto de cuerdas...

La música con la que desfilan en formación los cuatro rebeldes ha resultado ser atronadora, infundiendo respeto allá por donde sonaba y contemplando desde las cabinas cómo temibles adversarios eran fulminados sin piedad. Desde el respeto que infunde el temible Phantom, pero arropado por la seguridad que ofrece un equipo con una gran iniciativa, fue abriéndose paso, primero en las profundidades del espacio para finalmente hacerlo en los corazones de toda la Galaxia. Por fin la unidad, el trabajo en equipo y la perfecta coordinación de todos los engranajes de una escuadra habían derrocado al pueril individualismo.
La sorpresa acompañaba a la alegría, y posteriormente a la reflexión. ¿Cómo ha podido alzarse con la victoria? ¿Podría el Imperio haber previsto tal varapalo? En tal caso, ¿podría haber hecho algo?

La élite rebelde había llegado escaso tiempo atrás, ya hablamos en su día de la escalada armamentística que sufre toda guerra que se alarga en el tiempo. Y eso queda perfectamente reflejado en los pilotos, su veteranía aumenta, sus habilidades prosperan, surgen nuevos héroes a los que agarrarse en momentos de duda y debilidad... y nunca antes los escuadrones rebeldes habían estado más en entredicho. Esta "sangre nueva" alentaba a las tropas magníficamente, todos querían volar ala con ala con sus héroes preferidos, hasta Jek Porkins, ridiculizado continua e injustamente, a sabiendas de que es un aclamado héroe de guerra y un piloto capaz, llegó a tener sus momentos de gloria. Momentos fugaces, seamos honestos.

Este aire renovado influyó en los corazones de los más novatos, con ayuda de gente veterana cómo Garnett y Cracken que infunden valor y coraje a sus escuadras, Garnett te hace recordar en cada turno de combate que un simple piloto puede ser el mejor de la Galaxia, sin parangón posible. El general Airen aporta su grano de arena inyectando moral después de sus embestidas, los aliados cerca suya son más poderosos y mortíferos. Si le sumamos a todo esto un valor como Chewie en labores de mecánico, obtenemos algo muy difícil de batir, una escuadra ganadora, una escuadra digna de ser considerada. Y es que amigos... no es Halcón todo lo que reluce.

Son momentos de dominación rebelde, la Galaxia está conmocionada, y es que, ¿cómo cuatro simples pilotos han podido desmantelar la paz instaurada por el Imperio? ¿No era el Phantom el arma definitiva?

Su reacción es inminente, no se puede permitir que unos rebeldes del tres al cuarto desmonten todos los planes tan finamente hilados durante meses. ¿Ha sido suerte? Ni siquiera el aclamado Barón Fel ha sido rival para ellos, él se sabe el mejor piloto de la Galaxia, no tiene dudas, pero se queja de su nave, no para de insistir en que le falta algo, la 181st son los mejores pilotos, los más temerarios, pero también son exigentes, y se lo están reclamando a los oficiales de ingeniería, es imperativo desvelar esta incógnita, por el bien de la Galaxia.

La dificultad de la situación, sólo es superada por los recursos imperiales. No creáis que la maquinaria imperial ha estado adormecida, no subestiméis la capacidad de análisis de los ingenieros del Imperio, continuamente observan y meditan sobre lo ocurrido en las continuas refriegas. El mejor personal de la Galaxia está a las órdenes del Emperador, no lo dudéis. Y ya tenían unos planos de un arma que podría ser la definitiva, pues otro error en las estimaciones no será tolerable.
Alguien de confianza debe ir al frente de este magnífico proyecto, nadie mejor que el Contralmirante Chiraneau para presentar la máquina de guerra definitiva: El VT-49 Diezmador.

Pensada para presentar batalla en cualquiera de sus modalidades, el Diezmador se augura un rival terrible para los rebeldes. Hacer frente a Han Solo, ya no debería ser tan abrumador, pero su gran capacidad de aguante es una gran debilidad, ya que los daños críticos pueden ser demasiado condicionantes, es por ello que el Moff Jerjerrod y la la oficial imperial Ysanne, se han presentado voluntarios para reducir estas posibilidades, aun a coste de su propia vida, si fuera necesario.

Veremos que nos depara el futuro, la batalla es segura, el signo de la victoria no lo es tanto.

Mientras tanto...

Jabba el Hutt ha puesto precio a la cabeza de Han Solo, un desorbitado precio, los cazadores de recompensas meditan las posibilidades. ¿Merece la pena meterse en mitad de una guerra tan a gran escala como ésta? Los más valientes lo tienen claro, otros ni siquiera lo han pensado, es un trabajo como otro cualquiera y los que se pongan en su camino tendrán que hacer frente a todas sus argucias, pues aquí no hay honor, sólo el valor del dinero.